sábado, 10 de julio de 2010

El Mundo Según Mike: "Ecología psicológica"


sábado, 10 de julio de 2010

Hablemos de la contaminación. No de la del medio ambiente, porque –por suerte- esa causa tiene muchos adeptos, mucho más calificados que yo para hablar del tema. Yo quiero hablar de una contaminación mucho menos visible que aquella, pero no por eso menos dañina, la “contaminación mental”.

Uno se asombra y se escandaliza al ver un pingüino empetrolado, pero nosotros vivimos empetrolados. Empetrolados por las personas que nos rodean, empetrolados por las personas que no conocemos, empetrolados por una discusión callejera, empetrolados por los medios de comunicación… Todo eso nos va contaminando.

Y una vez contaminados ¿Qué hacemos? Vamos y contaminamos a otros. Y sí, así como una fábrica tira desechos tóxicos al río y después esos mismos agentes contaminantes afectan a otros lugares no polutos, nosotros vamos contagiando esa “contaminación mental” a los demás.

Lo jodido que tiene la “contaminación mental” es que no hay Natis Oreiros que vengan a limpiar el pingüino de la angustia. Ni ejércitos de militantes ecologistas con pilotines amarillos que te vengan a manguerear el alma. Tampoco intrépidos activistas en “moto-cross” que vengan a impedir que te desmonten el bosque de la razón.

No, cuidar la ecología de nuestra cabeza depende pura y exclusivamente de nosotros. Bueno sería que, así como se prohíbe la caza de ballenas, se prohíba (o mejor dicho se neutralice) a los “empetrolados” (esos que tratan mal, ultrajan, son desconsiderados,indiscretos, irrespetuosos,¡los que no ríen!… Esos tipos contaminan más que una fábrica de papel que funciona con energía atómica). Pero esas cosas no pasan. Los “empetrolados”, como las ballenas, tienen buena prensa y evidentemente hay mucha gente que no quiere su extinción.

Es casi imposible que uno pueda llegar a controlar con qué personas trata y con cuáles no. Siempre, en algún momento del día te cruzas con alguien que te contamina. El problema es que si lográs zafar de la contaminación “persona a persona”, entonces los que te contaminan son los “agentes externos”, por ejemplo, los noticieros. Los noticieros te empetrolan. Cada noticia es un baldazo de petróleo que te va embadurnando. En realidad es más disimulado: si uno fuese un lobo marino el noticiero le va tirando un balde de petróleo (¡Caos total!), un pescado (nació un hipopótamo en el Zoológico), otro balde de petróleo (¡La economía se cae a cachos!), un camarón (Elena Roger estrenó el musical Evita en Honolulu), y cuando te querés dar cuenta, estás nadando en petróleo.

Otro “agente externo” son las cosas que te tiran por debajo de la puerta: puede que uno evite usar papel para no contaminar y cuidar los bosques, pero resulta que por debajo de la puerta le tiran un montón de papeles, cuyo contenido es tan contaminante como el uso irracional del papel (cuentas a pagar, folletos para que consumas, cosas para que compres).

Por todo esto estoy lanzando la Fundación Amigorena. Llame al 0800-Fundación Amigorena, y automáticamente se debitarán 10 pesos de su tarjeta de crédito para financiar a un grupo de activistas que le irá a desempetrolar el alma. (Aviso Legal: Los activistas pueden no presentarse personalmente. Los 10 pesos debitasdos pueden ser 20. No hay derecho a reclamo).

Mike Amigorena

Fuente: Diario Los Andes

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ambulancia