viernes, 23 de abril de 2010

Huella ecológica – Muestra en el Obelisco

En conmemoración del Día de la Tierra el próximo 22 de abril, mañana miércoles 21 de Abril se va a inaugurar una megamuestra fotográfica ubicada en pleno corazón de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, estará en vigencia hasta el 16 de Mayo en un evento sin precedentes en el Obelisco
Próximamente la muestra estará en Córdoba y Rosario (Fecha a definir)







Fuente: Gaby Herstein

Mike agasajó a sus hermanas y sobrino

Ayer por la noche, Mike Amigorena decidió reunir a sus hermanas para una velada de sushi y “puesta al día” de sus asuntos personales luego de un largo tiempo de no verse. Mike anfitrionó el encuentro y divirtió a Lillette, Graciela y su sobrino Gustavo, quien también es actor.



Fuente: puroshow

lunes, 19 de abril de 2010

Mike en Canal (á)



Fuente: canal de youtube de jazzgirl83

domingo, 18 de abril de 2010

Primara columna para Los Andes: La fama es puro contexto

domingo, 18 de abril de 2010
“Y que la gola se va, y la fama es puro cuento", dice el tango “Vieja Viola”. Claro que “la fama es puro cuento” pero ¿quién lo cuenta?

¿Qué hace que el cuento de la fama exista? Más ahora cuando la fama pasó a ser la primera opción de carrera universitaria entre los niños y adolescentes. “¿Vos qué querés ser cuando seas grande?”, la respuesta a esa pregunta suele ser: “Famoso”.

“El famoso” es lo que “la gente común” quiere ser, aquello inalcanzable, donde todo son fiestas espectaculares, champagne y diversión desconocida para el resto de los mortales. Ahora, si “el famoso” es alguien que hace lo mismo que él, al "común" ya no le dan tantas ganas de ser eso y “el cuento” de “la fama” se esfuma.

Hace algunos días, viví este fenómeno en carne propia. En la misma semana viajé varias veces en subte y participé de un desfile de Verónica de la Canal, al que asistí con mi madre (ella realmente está muy contenta con mi "fama", no porque le interese que yo sea “famoso”, sino porque está influida involuntariamente por este concepto).

Es inevitable que, para algunos de los vecinos de Maipú -donde yo nací y mi mamá vive- "la fama" hiciera que yo dejara de ser el hijo vago de Elsa, para ser un actor respetable que sale en televisión y le hacen notas en los diarios. Si hasta Rial habla de él, debe ser bueno. Eso, por más que no quiera, influye a mamá... Vieron cómo es, uno no cree en los malos comentarios, (pero que se escuchan, se escuchan).

Paréntesis aparte, lo que descubrí (o más bien, confirmé) es que "la fama" es simplemente una cuestión de contexto. Cuando estaba viajando en subte apenas noté que alguno me miraba, incluso pude vislumbrar alguna mueca de decepción o sorna. "Un famoso" estaba viajando con ellos, en un lugar donde no había supermodelos y bebidas importadas.

Eso no tiene nada de especial, ya no quiero ser "famoso", o, por lo menos, no quiero ser "ese famoso", porque ser "ese famoso" significaría estar haciendo lo que estoy haciendo yo ahora, viajar en un transporte público, una cagada.

"Algo debe haber hecho mal o no sería tan famoso", dijo Stevenson, un escritor británico a quien confieso no haber leído, pero que es autor de una frase que viene al caso (además, siempre queda bien citar a un escritor, más si es europeo).

En el otro polo, estuvo la salida del desfile de Verónica de la Canal, en un importante hotel de Buenos Aires. Periodistas que se agolpaban, cámaras, histeria, gritos. No había dudas de que "un famoso" estaba saliendo. Los particulares se sumaban a la ola.

"Mike para el programa de...", "¿Van a tener un hijo...?", "Cuándo llegó tu mamá", "¿Vas a hacer tele?", "¡Mike ídolo!", "Dejá de robar, ladrón" (la fama es así, genera adhesiones y rechazos). Finalmente, después de rogar para que no aplastaran a mi madre, logré salir de eso. Todo, porque ése sí era un lugar de "famoso", con todo el glamour que eso implica (y esto no es una valoración, es una simple descripción).

Es como Batman y Robin. Si la gente los viera por la calle dejarían de ser superhéroes. Eso es lo que tenía de genial el sketch de Casero y Mex en “Cha Cha Cha”; Batman y Robin puestos a fiar el pan dejaban de ser algo extraordinario y pasaban a ser objeto de los reclamos del panadero por la deuda acumulada.

“¿A quién se lo anoto? ¿A Batman o a Bruno Díaz?”, preguntaba el panadero. A lo que Casero, vestido de Batman, contestaba: “¿Y vos a quién ves?”.

Se puede ver a Batman o a Bruno Díaz, a un "famoso" o a un "mortal", todo depende si está viajando en el transporte público o en el programa de Rial.

El sábado en www.estilo.losandes.com.ar una nueva entrega de “El mundo según Mike”.
Por Mike Amigorena -










"Mike encontró su estilo"

domingo, 18 de abril de 2010
Hay altas probabilidades de que sea el tipo con más onda del mundo. Remera ceñida al cuerpo, un maquillaje de esos que sólo un actor sabe tirarse encima y los rulos allá arriba.

Llegó al set de filmación con un equipo de gente que, antes que managers o asistentes, parecen ser sus amigos.

Cuando vemos que los señores y señoras que trabajan en este estudio de Buenos Aires (donde se graban infinidad de publicidades y escenas de TV) se acercan para sacarle fotos, para verlo a centímetros o sólo saludarlo, caemos en la cuenta de que este maipucino amable, de voz bajita y mirada inocentona es una verdadera estrella nacional. Nacional y popular.

Hay una noticia que contar; Mike Amigorena, además de actuar en TV, teatro y películas, desde hoy también es escritor. Es el nuevo columnista de Estilo y la gran figura del portal que se lanzará este miércoles: estilo.losandes.com.ar.

“Me da un gusto muy grande -dice Mike-. Los Andes ha estado cerca desde que nací. Está en mi casa desde siempre. Contar cada semana lo que me produce la vida en Buenos Aires, plasmarlo en el diario, me da mucho placer. Es un trabajo muy ameno. A través de mis columnas los mendocinos podrán sentir lo que siento estando lejos de mi provincia y, a la vez, estando con ella todo el tiempo”.

Se suele decir que, a diferencia de Rosario por ejemplo, los “famosos” que nacieron en Mendoza y partieron hacia las grandes capitales del mundo (recuerden a Quino, si no), rara vez quedan prendidos con su pueblo natal y obvian su terruño incluso en la propia obra. No es el caso de Amigorena, un actor que siempre se preocupó por mencionar sus orígenes.

A la hora de protagonizar la serie más exitosa de 2008-2009 ni siquiera se desprendió de la tonadita patalarrastra. Siempre está volviendo, aun sin haberse ido del todo.

“Estoy ligado a Mendoza por mi familia, mis amigos, por la tierra. Es mi lugar. Tan simple como eso. No puedo desarraigarme del lugar donde nací, crecí. Todo lo que tengo lo cultivé ahí”, confirma.

-¿Te ves en el rol de escritor?

-Es un orgullo poder hacerlo. Es una nueva faceta en mí. Yo soy una persona que no está acostumbrada a escribir ni a leer. Pero la verdad es que la escritura te espera. Es como el tango. ¡Así que vamos a ver qué hacemos con el 2x4 del lápiz!

Pells sin mareos

Da vueltas sobre su propio eje y, bajo los 100° de temperatura de las luces suelta ante las cámaras: “Yo ya encontré mi Estilo”. Quien filma y dirige el spot lo conoce bien (es Sergio Dotta, director de fotografía de "Los Exitosos Pells"), así que, con un par de guiños, filmador y filmado se ponen de acuerdo de inmediato. El propio actor pide ver todas las tomas y selecciona. Vuelve a rodar lo que no le gusta. Improvisa. Ríe. Hace reír.

La secuencia de trabajo incluye las escenas para los avisos de Estilo, una sesión de fotos para esta nota y una larga entrevista que podrá verse en nuestro sitio en breve. Entonces -se supone que para eso están los reportajes- el artista se ve en el trajín de repasar su actualidad:
“Por estos días empecé a filmar 'Miss Tacuarembó' en Montevideo (con Natalia Oreiro). Sigo con la obra de teatro 'La noche antes de los bosques' en el Teatro La Plaza de Buenos Aires, todos los fines de semana. Me encuentro con muchos mendocinos que viajan por un par de días y se vienen hasta el teatro. Eso está buenísimo".

-¿Cómo se sobrevive al éxito de los Pells?

-Yo empecé desde el principio, no empecé por el final. Hacer esa tira para mí fue lo mismo que hacer un fracaso. Hice muchos fracasos en mi vida. Ante un éxito, lo único que hago es disfrutarlo, no jactarme de eso. Me dio popularidad, que es lo que se agradece. Eso es una de las únicas ventajas de la TV: la comunicación.

Pero sería necio pensar que con este éxito se me va a allanar el camino. Se disfruta, pero termina. Tenía ganas de terminar y ponerme con una obra tan comprometida como "La noche antes de los bosques", un texto de Bernard Marie Koltès, muy intenso. Se trata de un dramaturgo francés que se caracterizó por escribir sobre lo marginal, lo lumpen.

-¿Hiciste eso para "lavarte" de la comedia liviana de los Pells?

-Sentí necesidad de hacer eso no sólo para lavarme de la TV (que es algo más simpático y distendido), sino porque necesitaba que la gente se vaya a dormir con una reflexión. Después de haber hecho, durante tanto tiempo, que la gente se vaya a dormir con una sonrisa.

-¿Vas a volver a la tele?

-Puedo volver en cualquier momento. Pero cuando tenga la seguridad de que sea algo de calidad, algo muy cuidado, que deje algo. Porque si bien "Los exitosos Pells" era una comedia para la familia, el personaje dejaba moraleja, contenido, un cierto valor. El mantenimiento de los valores, algo que es muy difícil transmitir hoy. Pero tampoco hoy por hoy tengo necesidad de volver a la TV a como dé lugar, porque no me gusta trabajar todo el tiempo.

-¿No sentiste que la alta exposición se te fue de las manos?

-No, vengo con un camino hecho de mucho sacrificio. Sucede en todos los oficios. Lo que pasa es que uno no sabe cómo le va a un arquitecto cuando gana un premio o a un abogado que le fue bárbaro con un caso. Yo hace 17 años que estoy haciendo esto, sabés que los sucesos son efímeros. Yo me tomo el subte todos los días; ya me olvidé de Los Pells.

-Tampoco te molestó la cobertura chimentera de tu relación con Carla Peterson…

-La prensa es una consecuencia. Sí, el periodismo tiene que trabajar. ¡Y qué vas a hacer! Trato de preservar la intimidad, de ser lo más discreto posible. Pero no me importa mucho. No es algo que me deje sin dormir.

-Se te dio todo lo que imaginabas en tu casa natal, a 1.000 kilómetros de distancia, cuando eras un chico…

-Sí, claro que soñaba con todo esto. ¿Qué actor no se imagina siendo popular, conocido? No me imaginaba escribiendo en Los Andes, eso sí que no. ¡Pero ya ves!

Fuente: diario Los Andes

“No te vayas a dormir liviano”

Aquello que está tapado por la noche, por su obscuridad, se deja ver en la escena que ofrece la literatura francesa de Bernard Marie Koltès en La noche antes de los bosques. Allí se ve, quizás, lo que no se quiere ver. Aparece la angustia y el delirio, la soledad casi como una enfermedad que se sintomatiza con la búsqueda obstinada del otro; con la necesidad de sentirse acompañado. Desesperado, en un monodiálogo impactante, en el que no se escucha ni se ve a nadie más aunque se supone que está, Mike Amigorena aparece solo, intentando conseguir que lo miren, que le hablen, que no lo abandonen.
Bajo las tablas, pocas horas antes de volver a interpretar este unipersonal que interpela a los espectadores -al punto de dejar a algunos quietos en sus butacas antes de poder volver a tomar el impulso que los ponga de pie-, Mike llega corriendo al Bar de las estrellas, con las uñas bien pintadas de un azul intenso y ropa de entrecasa (ojotas, short de jean y remera blanca) para charlar con Despierta Buenos Aires y así conocer un poquito más a Ricardo. No, no a Darín. A Ricardo Amigorena. A él.

- En todas las entrevistas que das, lo que siempre llama la atención es que decís que no te gusta hacer nada, que no te gusta leer ni ves demasiadas obras de teatro ni películas. Suena raro porque aunque quizá algunos tampoco lo hagan, nadie se atreve a decirlo.
- Hay mucha gente que no le gusta y teme que lo juzguen. Yo creo que el decirlo es estar bien con uno. La lectura no te salva si sos un tarado, sólo el espíritu te sirve, y al espíritu lo regás con el alma.

- ¿De qué manera?
- Haciendo lo que te gusta. La obra habla de quedarse bajo un árbol, sólo eso.

- Lo hace ante la mirada de los otros, que lo encierra.
- Eso es algo inevitable, lo hagas bien o mal. Lo que importa es qué te rige, qué te obliga a qué.

- Esa mirada te suele obligar a ser productivo, y vos hacés un manifiesto a la vagancia.
- Es genuino, es parte de mí. Trabajo mucho, leo mucho en mi trabajo, y es lógico que quiera no hacer nada; comer, estar con amigos, mirar tele.

- Sin embargo, logras productos que están lejos del no hacer nada. Que dicen mucho.
- Porque enriquecen el espíritu, y yo trabajo siempre a partir del alma, no sé hacerlo de otra manera, no me sale, no me gusta. Y puede tildarse como incomprensión en el resto, pero es un tema de ellos no mío. Una vez que me conocen, me aceptan.

- Y cómo te modifica a vos la obra.
- Uhhh, -dice en un largo suspiro- corrobora muchas cosas que pienso.
A la hora de una merienda tardía, el diálogo sigue desordenado para volver siempre a un mismo punto: el alma. No sabe bien cómo definirla, es casi como todo y nada al mismo tiempo, pero es su respuesta automática al hablar de lo que siente, lo que busca y lo que intenta transmitir, como sus pensamientos. Y va la repregunta:
- ¿Qué pensás?
- Que nada es realmente importante. Lo que verdaderamente vale es lo que está a nuestro acceso todo el tiempo; la familia, la salud, el amor, la naturaleza.

- La obra hace una crítica de la actitud humana hacia la naturaleza ¿Cuál es tu lectura sobre esa relación?
- Yo nací en el campo, y estoy en contacto con eso desde siempre. La relación con la naturaleza te modifica, te modifica –repite-. Te da lo esencial: estar en armonía, no planificarse, disfrutar de lo que tenés, no inventarte problemas. Eso es también regar el alma. Lo demás es circunstancial: el éxito, el trabajo, la casa, la ropa linda. Pero si vos no sos feliz en un cuarto de dos por dos, menos lo vas a ser en una mansión.

- Y esa felicidad… ¿de qué depende?
- No depende de nada, depende de mí.

- Si depende de vos, ¿por qué es importante que los demás vean qué haces? ¿En qué diferencia esa felicidad?
- La masividad sirve para contagiar, está bueno que llegue a todo el mundo. Lo disfruto, pero no me jacto de eso. Cuando viene una meseta, me quedo quieto, no es que genero algo para seguir. Lo que pasa, también, es que a mí me encanta dejar algo en el otro; una reflexión, una toma de conciencia, una sonrisa. Curarlo, liberarlo, limpiarlo de presiones que el tipo quizá no vé. No es mucho más que eso.

- Hablando de limpiar, dijiste que La noche antes de los bosques limpia.
- Sí, que purga.

- ¿Cómo?
- Con el texto de Koltés.

- ¿Y vos?
- Yo soy un instrumento, un transmisor de lo que él escribe. Y a través de mi cuerpo trato de reflejarlo. Es una obra muy compleja, pero habla de lo esencial. De la soledad, de la mujer, de una relación con una mujer. Es muy poético todo. Llevarlo cada noche es muy complejo.

- Un nuevo desafío…
- Yo me impongo desafíos porque si hago lo que me sale fácil me aburro. Prefiero ser inconsciente. Este texto era totalmente nuevo para mí, no conocía al autor y nunca estuve solo, no tengo ni máscaras para refugiarme. Sólo el alma, y todos los días el alma no está igual.
No por desmerecer su pasado más reciente, si no para no atarse a una sola experiencia, confiesa que no quiere hablar más de Martín Pells, su primer protagónico en una tira diaria. “La gente se encuentra con otra cosa”, asegura sin que se lo nombre. “Con Pells se dio más la popularidad, es como me instalé –aclara-, pero es muy lenta mi carrera, me fui consolidando de a poco.”

- Viviste, durante mucho tiempo, la precarización laboral del actor.
- No podés dejar de hacer castings, tenés que moverte. Yo estoy acá hace 18 años, toda una vida. Nunca me quedé quieto, sólo cuando llegué porque pensaba que todo iba a ser más fácil. Después, hice el camino más difícil, el que muy pocos actores hacen porque la mayoría desiste. Hice tantas cosas, ajenas también al trabajo, y lo más importante es creer en uno, en lo que sentís. Hay muchos que en dos años están en un elenco, y está buenísimo también, pero mi camino fue tan de abajo que es como muy solvente a nivel personal y profesional. A mí me costo todo tanto, que empecé a valorar más; te vas constituyendo de otra manera.

- Es perseverancia, también.
- Y aparece la frustración. Yo tenía la certeza de que iba a trabajar, de que iba a poder vivir de lo que yo quería, pero no sabía cuándo. Entonces, eso te da la pauta de que no te tenés que quedar esperando que te llamen porque no existe eso. Y un trabajo te lleva al otro, conocés a alguien, fracasás; fracasás mucho. Me acuerdo de todo lo que hice, de lo más chiquito hasta Pells.

- Mirando en el tiempo esos laburos, ¿te avergüenza alguno? Porque suele pasarle a muchos actores que no resisten ver su archivo.
- No, jamás, yo no me arrepiento. Yo lo valoro, lo que me pasa a mí es una consecuencia de todo el trabajo, de la perseverancia; es la formula ideal para que no te tumbe nada porque es un camino muy jodido el del artista. Mirá, en el 2001 hice La cajita social show, un programa que duró un mes, y yo pensaba que hacer eso me iba a llevar al éxito. Y duró un mes. Y ahí me dí cuenta de cómo es la cosa. Así me tomo el éxito y así el fracaso. Es lo mismo. Disfruto el éxito, claro que quiero tenerlo. Pero no estoy pendiente de eso.

- Pero, ¿qué sería el éxito?
- Que te consuman, que guste lo que hacés. Venir a Buenos Aires y vivir de lo que te gusta, ya es un éxito. Que la gente siga el programa; un producto súper pulido, inteligente, con un mensaje; más todavía. Después de la obra, la gente se queda un rato en la butaca… Creo que ese podría ser el fin de mi laburo, lograr que se queden sentados un rato pensando o con una sonrisa; que no te vayas a dormir liviano.

- ¿Hay espacios en la tele que no te dejen dormir liviano?
- Hay. La televisión es impredecible, no podés torearla porque te elimina. Pero en el espacio que te da, podés darle a la gente un lugar diferente. Yo siempre voy a hacer el intento porque es lo que me estimula a hacer esto. Algo liviano, servido, no me gusta.

RECUADRO:
Mike, el raro

- Te tildan continuamente de raro, ¿crees que esa imagen puede ser una reivindicación a la diversidad?
- A mí no me mueve un pelo la prensa. O me dejan o me acompañan. Si me critican o le buscan el pelo al huevo, ellos van a quedar expuestos; yo no. Me tiene sin cuidado, no me importa ni un minuto. Siempre fui rebelde, de chico, y eso no es otra cosa que querer decir algo.

- ¿Y qué decís ahora?
- Ojalá que algún extraviado saque algo bueno de todo lo que digo para encaminarse, esa sería la función de todo lo que digo y todo lo que hago.

- ¿Quién sería un extraviado?
- El que no sabe para donde disparar, y alguna de mis palabras le hacen decir, “no estoy tan mal encaminado, a ese también le pasa lo mismo”. Sirve para que confíen en ellos y sigan. Para que no vuelvan a un sendero donde les dicen lo que la sociedad le impone, lo que culturalmente vos estás condenado. Es así. Yo no soy ningún innovador.

Fuente:
Despierta Bs As

Martín Fierro ´10

Valientes, Tratame bien y Ciega a citas, los más nominados para los Martín Fierro

12:55|El 13 fue el canal que más obtuvo, con 61, mientras que Telefé se quedó con 37 y Canal 7 completa el podio con 22. La entrega, con televisación de América, se hará el 28 de este mes, de forma anticipada por el Mundial de Fútbol.

La novela de Canal 13 tuvo 16 nominaciones. La ficción con Cecilia Roth y Julio Chávez, 13. La tira de Canal 7 se quedó con 9. Y Los exitosos Pells, de Telefé, volvió a decir presente: obtuvo 8.

La carrera por los Martín Fierro comenzó formalmente este mediodía. La Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentina (APTRA) dio a conocer las listas de candidatos y Canal 13 se quedó con la mayor cantidad de nominaciones, con 61.

En segundo lugar aparece Telefé, con 37, mientras que canal 7 obtuvo 22. Finalmente, América, que tendrá la televisación del evento, llegó a las 17. Y canal 9 se quedó con apenas dos, ambas por el mismo programa (Bendita TV y su conductor, Beto Casella).

Entre los programas con más nominaciones pican en punta las ficciones. La telenovela Valientes se quedó con 16, mientras que Tratame bien, con Julio Chávez y Cecilia Roth, obtuvo 13. La telecomedia de canal 7 Ciega a citas, por su parte, quedó con 9 nominaciones. Y Los exitosos Pells, de Telefé y ya ganadora del Martín Fierro en su primera temporada, obtuvo 8.

Por segundo año consecutivo la entrega tendrá una fecha inusual. El año pasado se había postergado por la epidemia de Gripe A y ahora se adelantará para que no coincida con el Mundial de Fútbol. Los diplomas serán otorgados el 22 de este mes y la premiación tendrá lugar el miércoles 28, en el hotel Hilton.

El año pasado, el oro fue para Vidas robadas, la elogiada tira de Telefé que llevaba a la pantalla el drama de la trata de personas y que se quedó nada menos que con ocho premios. Y se había dado un Martín Fierro de Platino, creado especialmente para la ocasión, a Mirtha Lagrand.
_______________

Nominaciones para Los Exitosos Pells:

TELECOMEDIA
- CIEGA A CITAS (Canal 7)
- LOS EXITOSOS PELLS (Telefé)
- POR AMOR A VOS (Canal 13)

ACTOR PROTAGONISTA DE COMEDIA
- GABRIEL GOITY (ATRACCIÓN x 4 EN DREAM BEACH – Canal 13)
- MIKE AMIGORENA (LOS EXITOSOS PELLS – Telefé)
- PABLO RAGO (ENSEÑAME A VIVIR – Canal 13)
- RAFAEL FERRO (CIEGA A CITAS – Canal 7)
- RAÚL TAIBO (POR AMOR A VOS – Canal 13)

ACTRIZ PROTAGONISTA DE COMEDIA
- CARLA PETERSON (LOS EXITOSOS PELLS – Telefé)
- GEORGINA BARBARROSSA (CIEGAS A CITAS – Canal 7)
- LIDIA CATALANO (CIEGAS A CITAS – Canal 7)
- MURIEL SANTA ANA (CIEGAS A CITAS – Canal 7)
- VIOLETA URTIZBEREA (ENSEÑAME A VIVIR – Canal 13)

ACTOR DE REPARTO EN COMEDIA
- DIEGO REINHOLD (BOTINERAS Y LOS EXITOSOS PELLS – Telefé)
- HUGO ARANA (LOS EXITOSOS PELLS – Telefé)
- OSVALDO SANTORO (CIEGA A CITAS – Canal 7)

ACTRIZ DE REPARTO EN COMEDIA
- ANA MARIA PICCHIO (ENSEÑAME A VIVIR – Canal 13)
- ANDREA BONELLI (LOS EXITOSOS PELLS – Telefé)
- CLAUDIA FONTAN (LOS EXITOSOS PELLS – Telefé)
- MARÍA ABADI (CIEGA A CITAS – Canal 7)
- PATRICIA ECHEGOYEN (ENSEÑAME A VIVIR Y POR AMOR A VOS – Canal 13)

PARTICIPACIÓN ESPECIAL EN FICCIÓN
- ALFREDO CASERO (TRATAME BIEN – Canal 13)
- FABIÁN VENA (LOS EXITOSOS PELLS – Telefé y TRÁTAME BIEN – Canal 13)
- FEDERICO LUPPI (TRÁTAME BIEN – Canal 13)
- LEONOR MANSO (TRÁTAME BIEN – Canal 13)
- LETICIA BREDICE (TRÁTAME BIEN – Canal 13)

¿De quién es este escote?

Fiel a su estilo único y provocador, este actor argentino fue a un estreno luciendo su torso casi al descubierto y unos biceps trabajados. ¿Quién es?

¡Fue Mike Amigorena! El ex Pells fue a ver la premiere del nuevo espectáculo de Favio Posca, luciendo un modelito que muestra su original sentido de la moda.
¿Te gusta lo que se puso?



Fuente: pronto.com.ar

Natalia Oreiro y Mike Amigorena se divirtieron juntos en la noche

El sábado a la noche, en el Sheraton de Capital, se hizo la última toma de la pelicula “Miss Tacuarembó”, protagonizada por Natalia Oreiro.
Natalia, junto a Mike Amigorena, Diego Reinhold y Ale Sergi, lider de Miranda!, junto al director, Martín Sastre, dieron una conferencia de prensa terminada la filmación y allí estuvimos.
Ricardo Mollo, también participó de la peícula, ya que compuso un tema que canta Natalia.
El grupo se fuea festejar al resto Chicha de Las Cañitas, adonde llegaron las mellizas Julieta y Melina Petriella, que hicieron de malas en el filme.
En la peli, hubo figuras internacionales, como Rossy de Palma, y Jeanette Rodriguez, la actriz venezolana, que hizo la telenovela Cristal.
En “Miss Tacuarembó”, Natalia, una niña que crece durante los años 80 bajo la influencia de la telenovela Cristal y la película Flashdance en la lejana y pequeña ciudad de Tacuarembó, Uruguay, descubre que ser coronada Miss Tacuarembó es su única posibilidad de dejar atrás su pueblo natal y emigrar a una gran ciudad donde buscará convertirse en una estrella; sin embargo su vida adulta trabajando en un parque temático dedicado a Cristo en Buenos Aires, está aún muy alejada de lo que siempre soñó.










Fuente: laubfal.com

"Miss Tacuarembó"







Fuente: canal de youtube de misstacuarembo

“Soy un abanderado de la libertad”








Fuente: michaelamigorena.com.ar

Mike en Radio Metro









Mike Amigorena en Revista Estilo Canning






Fuente: webconferencia.net

Mike en C.Q.C



Fuente: canal de youtube de jazzgil83

Mike en Tendencia



Fuente: canal de youtube de jazzgirl83

Mike Amigorena en el desfile de Verónica de la Canal









Mike en Gente: Oreiro y Amigorena







Fuente: webconferencia.net

Mike Amigorena - Homenaje a las Madres de Plaza de Mayo



Fuente: canal de youtube de jarodotty

Mike en a.m

















Fuente: canal de youtube de jazzgirl83

“No es fácil estar conmigo, soy un tipo muy raro”

La vida después de la tele. En su unipersonal La noche antes de los bosques, la obra de teatro que protagoniza en el Paseo La Plaza, demuestra que antes que nada es un señor actor. Con las uñas pintadas y el toque personal que lo convirtió en un artista único y excéntrico, Mike Amigorena acepta jugar el juego que más conoce: provocar.

Como un caballero, me deja pasar primero por la puerta, aunque es él –y no yo– quien tiene las uñas pintadas. No lleva pollera esta vez y sin embargo no pasa desapercibido. Mostrarse único es su marca personal y en el mercado de la ficción él es un gran vendedor de ilusiones. Los brillos son parte del show de Mike Amigorena, nombre y apellido de un talentoso que sabe que lo raro, cuanto más raro es, más conquista. Como el encantador de serpientes, mira a los ojos mientras habla y se toma su tiempo para pensar las respuestas. Y como el pavo real despliega sus plumas para quien quiera admirarlo en la vida, en la pantalla o en el teatro, en donde propone una experiencia de concienzuda y justificada vanidad. Unico intérprete de la obra La noche antes de los bosques, el unipersonal oscuro y profundo que le permite lucirse en el Paseo La Plaza, este mendocino que llegó a Buenos Aires a los 19 años sin nada y saltó a la fama el año pasado de la mano de Los exitosos Pells –en donde además comenzó un público romance con la actriz Carla Peterson–, propone una historia, un juego. ¿Dale que era cierto que Mike nació con la impronta de una diva de Hollywood?

¿La decisión de hacer esta obra fue una necesidad de limpieza?
Sí, como actor lo necesitaba, independientemente de los Pells. Fue un cambio brusco nada casual: hice que se diera así. Quería lavarme y limpiar al espectador. La obra vino en el momento adecuado para salir de ese casillero.

¿Qué le pasó a la gente que te conoció en la tele y se encontró con tu personaje oscuro?
Hubo sorpresa, fue un shock para muchos… (ríe recordando algo que no revela). Muchos admiraron, eso está bueno. Otros se fueron, nomás. No exijo que mis colegas me vean, así yo después no tengo que ir a verlos. No me gusta ir al teatro ni al cine.

La obra tiene un texto difícil. ¿No te dio vértigo semejante salto?
Mirá, mientras más complicado es todo, mejor. No quiere decir que a veces no sienta temor. Pero me guío por la intuición. Al principio, ni siquiera me gustó la obra, me aburrí de sólo leer el texto. Después me identifiqué con el mensaje: estamos solos.

Actuás, cantás, te movés por el escenario. ¿Te lo propusiste como un lucimiento?
Por supuesto. Tenía ganas de mostrar que sé hacer de todo (se ríe).

¿Qué te aconsejó Carla ante este desafío?
Nada. Nunca le pregunto a nadie qué opinión tiene sobre lo que voy a hacer.

En la obra existe la referencia a los espejos, como reflejos personales y colectivos. ¿Qué tal es tu relación con ellos?
¡Me encantan! Me miro mucho al espejo, me acomodo el pelito. Me reflejo en el mío y también en el de los demás, porque la mirada ajena también habla de uno. Verme en el espejo me parece importante, aunque muchas veces no me gusta lo que veo. Pero me hago cargo de lo que soy.

¿Al terminar la función esperás saludos en el camarín?
No. Cuando termino quedo agotado y lo único que me interesa es ir a comer un asado. Soy tímido y nunca tengo ganas de sonreír cuando me siento obligado. Como los chicos: ellos no quieren saludar a nadie.

¿Y el ego?
Bueno, ¿a qué actor no le gusta que lo feliciten? Está bueno que la gente te quiera saludar y sacarse fotos. Pero no es lo que más cómodo me hace sentir. En mi caso, lo que espero es que la gente se vaya con algo. Y me interesa que se vea la puesta general, no sólo mi trabajo.

¿Qué es lo que te lleva a estar en una búsqueda que incluye personajes y estilos de vestir?
El hecho de no aburrirme. Si ya sé que las cosas me van a salir bien o que tengo que seguir haciendo algo, me agoto. No puedo hacer siempre lo mismo.

¿Eso vale también para la vida?
Absolutamente. No tengo permanencia. No es fácil estar conmigo, trato de manejarlo. Tengo que ser consciente del cansancio y el aburrimiento que me produce todo. Por como soy, tendría que estar solo. O ir variando. Pero estoy creciendo y entiendo que si estoy en pareja no puedo hacer lo que se me canta. Igual ligué varios zapatazos por la cabeza.

Ahora que andás sin pollera mi abuela diría que sentaste cabeza. ¿Es así?
Mmm… no. Suelo usar polleras todavía, y también tapados, y las uñas pintadas. ¡Me encanta producirme! Sufro el verano porque no me puedo poner todas las prendas que me gustaría usar.

Cuidado: hay muchas mujeres que dicen que no estarían con hombres que tarden más que ellas en producirse.
Pero es que yo no soy esa clase de hombre. ¡No tardo nada! Soy un tipo producido que piensa qué es lo que se va a poner mientras se está bañando. Tampoco me cuido demasiado: entreno en el gimnasio y cada tanto juego al tenis.

Te deben mirar y decir cosas por andar así por la calle. ¿Te molesta que te consideren “femenino”?
¡Para nada! Hay que tener huevos para ponerse lo que yo uso. Ahora, desde que soy conocido, a lo mejor me da un poco más de vergüenza que me miren. Pero igual hago lo que quiero; esa es mi consigna. Todo lo que bloquee mis ganas es eliminado. Quiero que me respeten porque yo soy muy respetuoso de las ganas del otro.

¿Cuál es tu finalidad?
No hacer nada. Pero vivo trabajando y cuando lo hago soy un disciplinado. Me gusta vivir bien, pero el lujo no me interesa, no despilfarro. Me gustaría dejar de trabajar a los 50 y vivir de rentas. Y si es posible irme al campo. Pero estoy más lejos de eso... ¡ni siquiera tengo casa!

¿La tele te hizo vivir demasiada locura?
Sí, fue loco trabajar once horas diarias. Pero entrás en el engranaje y no te das cuenta de lo soporífero que puede ser el éxito. ¡Trabajé toda la vida para eso! La gente te empieza a conocer, está bueno. Cuando llega, es muy placentero. El protagónico me encontró preparado, al punto que ahora, al no tenerlo, no lo extraño. No me desequilibra en lo más mínimo. Llevo recorrido un camino largo, pero fructífero y siento que me lo merezco. Por eso no hay arrebato. No es súbito, yo no “la pegué”. Hice el camino difícil.

¿Cómo va a ser tu futuro laboral?
En junio haremos una gira por el país con la obra. Y la semana que viene arranco el rodaje de Miss Tacuarembó, con Natalia Oreiro. No tengo propuestas para hacer tele. Estamos preparando la vuelta al teatro de Ambulancia. En julio voy a parar para irme de vacaciones a Las Leñas y después qué se yo… Me gustaría hacer un programa de humor, algo de mucho nivel. Sí, eso es lo que voy a hacer toda mi vida y no porque quiera, sino porque no me sale hacerlo de otro modo. Tengo un estilo, que no tengo idea cuál es.

¿Cuál creés que es el verdadero conflicto de ser famoso?
Pensar que vas a seguir siendo Elvis Presley toda la vida. Empecé a hacer televisión en el ’99 con cositas intrascendentes. Fue cuesta arriba y estuvo bueno. Quería mostrar lo que tenía para dar. En esa época fantaseaba con que consumieran mi arte, no con volverme famoso. Tener nombre y apellido; eso era fortísimo. ¡Mike Amigorena! Ahora, cuando me lo dicen por la calle, me mata.

¿La fama repentina más una relación repentina con una mujer famosa cómo fue?
Al principio bastante invasivo: iba con un trencito de fotógrafos que me seguía a todas partes. Por suerte ya pasó y no me importa nada. Es parte del combo. Ahora las cosas son como deben ser, como yo sabía que serían.

Pero imagino que debe haber significado un cambio grande en tu vida.
Si claro, fue muy curioso lo que pasó. Nunca pensé que podía suceder, no me siento dueño de esas cosas. ¿Cómo me voy a imaginar que iba a enamorarme de la protagonista? Por otro lado siempre tuve presente que “en casa de herrero…”.

¿Fue amor a primera vista?
No, fue algo más bien paulatino, se empezó a dar con el tiempo. Había química y seguramente eso se irradiaba a través de la pantalla… La noticia cayó bien. Creo que de alguna manera saben que somos buena gente.

¿Cómo marcha la vida de pareja?
Todo bien, nada nuevo (queda en silencio, transmitiendo cierta incomodidad).

¿Te dan ganas de formar una familia?
Sí, por supuesto. Pero no es mi prioridad. Falta todavía. Aunque sé que tampoco se puede planificar sobre eso. En realidad no me planifico en nada.

¿Recordás en qué momento te convertiste en un tipo excéntrico?
Soy así, desde chiquito. Mi familia siempre tuvo claro que cuando tenía ganas de hacer algo era bárbaro y cuando no, un desastre. No soy nada predecible.

Y la pregunta del millón: ¿sos o te hacés el raro?
¡Puf! Soy. Soy muuuuuy raro.

Hacia el final, Mike muestra su perfil familiero: cuenta que siempre vuelve a Mendoza de visita, a conectarse con quien es. Y dice que está contento de que su sobrino haya decidido seguir sus pasos: “Quiero evitarle lo ingrato de este medio y espero que viva los momentos sublimes por los que estoy atravesando. Ser buen actor no te garantiza nada: tenés que ser un gran estratega”, dice y se nota que sabe de qué habla. Durante la charla Mike es encantador y sencillo. Pero también puede ser irónico: “¿Qué fumás?, pregunta la productora y él responde, serio: “Habanos de chocolate”.
A la hora de las fotos, la estrella nace. Quiere elegir él mismo qué ponerse y arma las combinaciones mentalmente, cerrando los ojos. Está pendiente de cada detalle, evidentemente porque le importa –y mucho– lo que pueda verse de él. Cuando las luces se apagan, en cambio, vuelve a ser algo tímido. Antes de despedirnos, le explico que un taxista lo espera con el pecho henchido, porque sabe tendrá en sus manos el destino de Mike Amigorena, desde Palermo hasta Abasto. “Seguramente te va a preguntar todo eso que yo no me animé”, le digo y él sonríe. Sabe perfectamente a qué me refiero.







Fuente: Revista Para Ti

Mike en "Nico trasnochado"









Fuente: canal de youtube de jazzgirl83

“No voy al teatro ni al cine porque me aburren

“No voy al teatro ni al cine porque me aburren”

Después de un 2009 tan exitoso como agitado, Mike Amigorena retorna al teatro con el unipersonal La noche antes de los bosques. “Es momento de limpiarse de popularidad”, asegura.

Por Daniel Gaguine

Llegamos a la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza para hacer la nota con Mike Amigorena, al término de su ensayo de la obra que estrenará el próximo sábado 23. Nos piden que esperemos un rato porque el hombre se quiere duchar. Luego, bajamos hasta los camarines y allí nos está esperando, a punto de comer un tostado de jamón y queso, el actor más popular y enigmático de 2009.

–Mike, ¿cómo es para vos esta vuelta al teatro?
–La tomo con mucho entusiasmo. La verdad, estoy muy contento. Sobre todo porque hace tres años que no hago teatro. Volver con La noche antes de los bosques, un unipersonal, de la mano de Bernard Koltès, es un premio. Es un gran desafío para mí.

–¿Cómo fue que se dio esta posibilidad?
–Me llamó Alejandra Ciurlanti, la directora, cuando yo estaba haciendo Los Pells, pero como estaba muy atareado en medio de esa revolución, no le di mucho lugar a la obra. No tenía la cabeza para volcar toda la atención que se merecía. Eso fue a mitad del año pasado, y le dije que una vez que me tomara las vacaciones, nos íbamos a dedicar de lleno a esto.

–¿Cambió mucho en vos la forma en que encaraste esta obra respecto a lo que fue en su momento El niño argentino?
–Es otra cosa, otro lenguaje. Es un texto poético. Ahora estoy solo en el escenario. Además, el sistema de ensayo es distinto. No fue como en El niño argentino, obra en la que Mauricio Kartun, el director, se sentaba y nos veía. Allí no hacíamos pasadas. Estudiábamos la letra para después volcarla en el espacio. Tardamos mucho con eso. Nunca me costó tanto estudiar una letra como ésa, por lo complejo del texto. De manera que no había ensayo y error, prueba y error. Se estudiaba la letra para después volcarla en el escenario libremente. Ése era un estilo y un proceso nuevo para mí.

–¿Con qué se va a encontrar el público ahora?
–Se va a encontrar con una obra sanadora, con un momento de reflexión. Es una obra que habla de una persona sola, que busca a alguien por poco tiempo para hablar, para tener contacto. A través de ese diálogo, se explaya y pasa por todos los estados.

–Hay una construcción de otro…
–… que no está. Mejor dicho, que es tácito. El otro sos vos.

–¿Cómo ves hoy todo lo que te pasó el año pasado a nivel popularidad, teniendo en cuenta lo que significó y midió Los exitosos Pells en la televisión?
–Como una consecuencia. Lo disfruté, pero ahora es momento de guardarse, de limpiarse.

–¿Te sobrepasó esto en algún momento?
–No, de sobrepasarme, no. Sí hubo un momento en que… sentí que el agua llegó a la costa.

–Muchos tuvimos la posibilidad de verte en El niño argentino y en Ambulancia. ¿Hay un público que te conoce desde antes de Los exitosos Pells y otro que lo hizo a partir de ese programa?
–No es mucha la gente que desconoce lo anterior en mi carrera, porque mi camino ha sido tan lento, tan paulatino… En todas las etapas que fui cumpliendo me quedé para que se disfrutara del trabajo que estaba haciendo en ese momento y, a la vez, para que éste se difundiera. De a poquito, uno, dos, tres, cuatro. Claro que hay gente que no me conocía y me conoció a través de Los Pells. Pero es mucha más la gente que dice: “Uh, a este pibe lo tengo del subte”, “a este pibe lo conozco de tal lado”. Es poca la gente que dice: “¿Y éste de dónde salió?”.

–¿Te pasó eso último?
–No, y en el caso que me encontrara con alguien que no me conoce, está todo bien... Sí, ahora que me preguntás, me pasó. Hubo gente que me dijo: “Disculpame, pero no miro televisión”. O gente que no suele ir al teatro.

–¿Vos sos de ir al teatro?
–No, no suelo ir al teatro. No me gusta. Iré a cinco obras por año. Voy a ver a amigos pero no me gusta. No me entretiene. Sí, ya sé, es curioso. Tampoco suelo ir al cine. Soy más hogareño, más despojado. Me gusta no tener que estar tan concentrado. Cuando termino de trabajar, me veo una peliculita, pero tampoco es lo que más me gusta.

–Recuerdo que hace un tiempo hablaste sobre el tema de la inseguridad. Dijiste que había que cortarle un dedo (NdR: Amigorena había declarado: “Me parece que matar al que mata no es lo más acertado. Ahora, que el que mate pierda un miembro, no estaría mal. Si roba, le sacan un dedo. Si vuelve a robar, le sacan otro”)...
–Sí.

–¿Cómo tomaste todo el revuelo que se armó con eso de “los famosos contra la inseguridad”?
–No lo dije como “famoso” sino como ciudadano. La inseguridad me parece una calamidad. Es un boicot para uno mismo, para la especie. No hay culpables. Hay un sistema que lo vamos formando nosotros y que desemboca en la inseguridad. Aquella vez hablé como ciudadano y no como artista o algo así. A mí me aterra la inseguridad. Si no fuera conocido también estaría asustado.

–Igualmente, ¿lo de cortar el dedo lo seguís manteniendo?
–No, fue una metáfora. Y no estoy con la pena de muerte. No. Nunca dije eso. Me agarraron justo en un momento en que mataron a tres personas en la semana por un par de zapatillas, pero ahora está más suavizado. Le tengo terror a la violencia.

–Si te pregunto sobre lo que pasó con Tetro, la película que filmaste con Francis Ford Coppola…
–Bien. Bien. ¡Es viejo, eh! Hace dos años que pasó todo. Todos los periodistas preguntan al respecto. Sería bueno que no pregunten más porque no tengo nada nuevo para decir. Pasó hace tanto tiempo… No podría decir nada que te llame la atención o que sea interesante para el lector.

–¿Cómo te llevás con los medios?
–Bien, nunca me llevé mal.

–Alguna vez te sacaron alguna foto que no te cayó bien…
–Sí, pero no es muy importante para mí. Los medios son un ente comunicador. Así es el negocio. Me sacan una foto y después dicen que estoy embarazado. Hay que ser discreto. La verdad, no me importa. No me hago mucho problema. Que si uso pollera… Directamente no lo leo. Lo mismo con las críticas. Los medios han sido bastante benévolos y eso lo respeto, lo agradezco. Nunca me dieron con un caño. Yo pongo lo mejor de mí, así que no tengo nada para decir. Las revistas del amor, la prensa del amor, es un negocio.

–¿Vas a hacer televisión este año?
–No. No tengo propuestas. Voy a hacer cine y seguiré con Ambulancia para la segunda mitad del año.

–¿Qué vas a hacer en cine?
–Vamos a hacer El niño argentino y Miss Tacuarembó, para marzo, con Natalia Oreiro, película que va a ser dirigida por Martín Sastre, un director uruguayo. Ésa será su ópera prima. El niño argentino será para junio, con dirección de Luis Puenzo. Va a estar Osqui Guzmán. ¡No se puede hacer la película del Niño sin el Negro! El elenco se verá… pero todavía está en pañales. A lo mejor va a estar María Inés Sancerni, que fue la vaca en la obra. ¡Divina, ella! Del elenco de la puesta teatral vamos a estar los tres. No sé si haciendo esos mismos personajes.

–Te hago una pregunta con la que suelo terminar los reportajes: si por la puerta de este camarín entrase el Mike Amigorena niño, ¿qué le dirías?
–Golpeá antes de entrar, pendejo de mierda (se ríe).

–¿Tenés algún consejo, alguna recomendación para darle?
–No. Me daría un gusto muy grande. Lo abrazaría. No tengo nada de qué quejarme, de qué arrepentirme. Al Mike Amigorena niño le diría que espere, que no se apure. En esa época, yo era más inconsciente y pensaba que todo pasaba más rápido; en realidad, no deja de pasar rápido pero todo lleva un trabajo y un tiempo.

–Sos autodidacta.
–Sí.

–¿Creés en los maestros de teatro?
–Claro, por supuesto. El profesor de teatro es como un psicólogo; es como no creer en la psicología. Es la persona que te ayuda a descubrir.








Fuente: noticias urbanas

Ambulancia