Del teatro under al prime time de la TV, el mendocino vive sin planes y cultiva perfil “border”. Contesta a quienes dicen que es homosexual.
Por Cecilia Alemano
La entrevista que sigue está llena de interrupciones. Mike Amigorena tiene la extraña capacidad de concentrarse en el diálogo sin descuidar su alimentación, sus compromisos de agenda ni los detalles de maquillaje. Llega con bermudas turquesa, musculosa negra y zapatillas estilo bowling. En su pelo hay vestigios del jopo de Martín Pells, su personaje de ficción. Un colega me había dicho que Amigorena es una de esas personas con las que uno hablaría por horas. “Nosotros no tenemos tanto tiempo”, le digo. “No, pero hagamos de cuenta”, propone él, mientras le hinca los dientes a ese par de panes con relleno palermitano –rúcula y queso brie–. “En mi barrio, Almagro, todavía sale el crudo con queso”, dice, en el único alarde de “pibe de rioba” que hará a lo largo de la charla.
En un tono que no llega a ser de queja dice que graba todos los días, todo el día, todo el tiempo... que a veces ni los feriados tiene libres. “Un sacerdocio. Soy feliz en el durante, y con el resultado de la tira, pero lo malo es que no tengo tiempo para mí, que es lo que más me gusta”.
Noticias: Introdujo en la televisión elementos poco habituales, como los silencios, los usos de la voz y la gestualidad corporal, ¿de dónde salen?
Mike Amigorena: Estuve con ellos siempre, solamente que ahora tengo la madurez para mostrarlos. Siento que todo lo que me imagino como actor lo puedo hacer.
Noticias: En el film “Horizontal, vertical”, interpreta a un violador ¿Tiene en dónde inspirarse para esa oscuridad?
Amigorena: Tengo pocas vivencias oscuras, pero zonas hay muchas; y me encantan. El humor va lavando la oscuridad, y es lo que más fácil me sale. Después de Pells me gustaría hacer un papel dramático. La comedia me puede aburrir.
Noticias: Le hicieron notas a raíz de los premios que recibió por “El niño argentino”, después por su papel en el filme de Coppola y ahora por “Los exitosos Pells”... (Escucha mientras le saca la miga al sándwich. Va la primera interrupción):
Amigorena: No te jode que haga esto, ¿no?
Noticias: No, me parece un rasgo de lo más coqueto.
Amigorena: ¿Por dietético? No, nena, mirame (señala sus brazos flacos). Esto no se puede masticar. Mucha burocracia para llegar al relleno.
Noticias: Le decía, ¿cree que el periodismo es cholulo o es parte del juego?
Amigorena: Me parece lógico. Antes no me entrevistaban, de la misma manera que no me convocaban para hacer ciertos personajes. ¿Para qué me vas a hacer una nota si lo que cuento la gente no lo conoce?
Noticias: Toca en “Ambulancia”. ¿La música es un lugar hacia donde ir?
Amigorena: Estoy hecho de música. Yo por la música actúo. ¿Se entiende?
Noticias: Creo que no.
Amigorena: El primer contacto que tuve con el arte fue escuchando a Los Beatles. Las canciones me llegaban y me disparaban imágenes. Yo quería cantar como esos que escuchaba, siempre en inglés: New Order, Tom Jones, Phill Collins, los Pet Shop Boys... ¡Me encantan los Pet Shop Boys!
Noticias: ¿Su plan es dedicarse a la música?
Amigorena: No tengo planes. Bah, sí planeo en algún momento comprarme un campo, pero no más que eso. La vida me está enseñando que no tiene sentido planificar. Soy vago... pero paciente y disciplinado. Para disfrutar de mi vagancia tengo que trabajar mucho. ¿Se entiende?
Noticias: Más o menos...
Amigorena: Trabajé para que este momento llegara. Y ahora ya veo cómo es, me encanta, recibo propuestas que acepto o rechazo por intuición.
Noticias: ¿Cómo sobrelleva las frustraciones?
Amigorena: No tengo. Al no planificar no creo expectativas, por lo tanto no hay desilusión. (Vuelve a interrumpir para avisar que va a engullir de una vez todo el resto de sandwich). Con la boca llena ejemplifica el asunto de la no planificación: “Yo alquilo hace cuatro años un ambiente en Parque Centenario. Una vez dije: “De acá me voy a mi propia casa”. Pero es probable que si sigo así tenga que irme a alquilar algo más lindo”.
Noticias: No me va a decir que con este papel no juntó para la casa...
Amigorena: No te quiero desilusionar, pero bueno, es mi primer protagónico, y en esta industria tenés que pagar el derecho de piso.
Noticias: ¿Coincide en que fue toda una movida la de Sebastián Ortega al darle el papel a alguien casi ignoto para el gran público?
Amigorena: Sí, él hacía mucho que quería trabajar conmigo. Le dije: “No hay posibilidad de error, yo soy Martín Pells”. Sebastián tiene otra cabeza. La posibilidad de que le gustara al público ni siquiera se planteó. Sé que estoy tildado de raro, y la verdad, me hago cargo.
Noticias: ¿Excéntrico?
Amigorena: No, no... alguien particular. Y todo lo que hago sale de ese núcleo. Como galán no soy Gabriel Corrado (piensa). Es así, me acostumbré a que me vean raro. Soy objetivo con mi trabajo y lo que me pasa. Soy crítico, pero no me mato ni me engaño (enciende un habano que reposaba junto a sus gafas de sol. Fuma tres de esos por día).
Noticias: “Los exitosos Pells” explora el tema de la homosexualidad. ¿Cree que hay mayor aceptación social o jugamos a como si la hubiera?
Amigorena: Debería. Debería (enfatiza) haber aceptación. Si no la hay, ya la habrá. Creo que el programa ayuda en ese sentido. El personaje de Gonzalo –yo–, con Tomás –Diego Ramos–, es comprensivo. Duermen juntos sin que le dé asco. No tienen intimidad pero lo comprende. Sol es un poquito más negadora, pero Gonzalo no es cruel, y hasta tiene alumnos gays.
Noticias: Bueno. Hay una pregunta dando vueltas... todos quieren saber si usted es gay o no...
Amigorena: Eso es un aspecto curioso del periodismo; que se preocupe por conocer el estilo de vida de una persona. Imaginate que si yo fuera gay no tendría problema en decirlo. Tengo un costado que se puede interpretar así. No soy tosco, y alguno puede vincular eso con la homosexualidad.
Noticias: ¿Desde cuándo es así?
Amigorena: Desde chiquito. Fui criado por mujeres: mis hermanas mayores y mi mamá. Tengo esa influencia femenina.
Noticias: ¿Eso ayuda en sus relaciones de pareja?
Amigorena: (su gesto dice “lo dudo”): En eso soy un pájaro. Imprevisible, difícil. ¡La pareja es tan relativa y subjetiva! Te puede tocar una mujer que cuaje mucho y te tenga hecho un boludo. Pero por lo general soy muy libre.
Noticias: En general las mujeres no “tocan”, sino que uno las elige...
Amigorena: Es cierto. La mayoría fueron “formadoras” en lo cultural. Como no leo, ni voy al teatro o al cine... Otras, las “seguidoras”, aplaudían mis transgresiones, como usar pollera.
Noticias: ¿Son una forma de provocar?
Amigorena: Claro. Como travestirme para tocar. Me colocan en otro lado; en un límite de la trasgresión. Yo las tomo como un atuendo elegante, pero border. Hay gente que cree que soy gay por ese tipo de actitudes. Yo me hago cargo y contesto: no, no soy gay. El disfraz me habilita a mostrar algo que si no, no mostraría.
Noticias: ¿Hay zonas que no muestre?
Amigorena: Sí, como todo el mundo. Si bien soy libre, hay cosas que prefiero guardar hasta que tengan que salir. Me considero tímido.
Noticias: ¿Usted, tímido?
Amigorena: La timidez en mí pasa por algo que está quieto. Me gusta esa chica que está ahí, y me cuesta dar la vuelta, sentarme al lado y hablarle. No me sale, y la pierdo. ¿Entendés? La pierdo por timidez.
Nació en 1971 en Maipú, Mendoza. Cuando era pequeño sus padres, un enólogo y un ama de casa muy religiosos, rezaban para que dejara sus juegos solitarios y se integrara con los demás chicos. Durante la primaria, pedían que no descontrolara la parroquia del barrio, en donde se había vuelto un monaguillo revoltoso. Ya en la adolescencia las plegarias eran para que por fin se sentara a estudiar –repitió tercer año cuatro veces–. Y en 1992, cuando decidió mudarse a Buenos Aires, seguramente pedirían a todos los santos que se apiadaran de él, y lo llevaran de regreso a casa. Pero Mike no volvió más.
Para ganarse la vida en la gran ciudad fue paquete de Chocolino en la Feria del Libro, y perro de Hush Puppies en la Rural; hizo comerciales de teléfonos celulares, de pastillas autobronceantes y de Sprayette (los mismos que ahora parodia en el programa). Entre tanto, iba de pensión en pensión, y de casting en casting, tomando esporádicas clases de actuación y sin perder el sentido del humor, que es “clave, sanador y mediador”.
Noticias: Cuando hacía de perrito de Hush Puppies, ¿se podía reír de sí mismo?
Amigorena: Ja, era triste. Pero me reía, ¿cómo no? Odio la solemnidad, la aborrezco. A mí el ridículo no me asusta, en parte porque sé que nunca voy a hacerlo; tengo sentido común. Me meto en el barro hasta... yo sé hasta dónde. Como la garza, que se mete en el barro pero sin ensuciar su plumaje. No me importa nada, siempre y cuando no perjudique a los demás.
Noticias: Imagino que alguna de sus mujeres habrá padecido su “no me importa nada”.
Amigorena: Y sí. (“¿Qué hora es?”, vuelve a interrumpir, “Ah, está bien. A las 8 tengo que estar en otro lugar”).
Noticias: ¿Aprendió a compartir?
Amigorena: Mmm, en 36 años nunca conviví con una chica.
Noticias: ¿Planea tener hijos?
Amigorena: Me aterra la idea. Sé que sería muy dedicado a ellos y eso me haría menos libre. Son como una multinacional.
Noticias: ¿Quiénes? ¿Los hijos?
Amigorena: Claro, o como una presidencia: mucha responsabilidad. Suena omnipotente planificar. ¡Me salió tan mal todo lo que planeé! (“¿Un poquitito más de corrector?”, pide a la maquilladora. Su rostro ya luce anaranjado y sin imperfecciones).
Noticias: ¡Ahora estás más Pells!
Amigorena: ¡No! ¿Vos decís?
Fuente: http://www.revista-noticias.com.ar
Gracias Emab
