sábado, 15 de mayo de 2010

Quinta columna para diario Los Andes: Zanjar una disputa

sábado, 15 de mayo de 2010

Hace ya casi un mes, un grupo estuvo trabajando en la cuadra de mi casa. Cavaron una especia de zanja que cruza la calle de lado a lado a la altura de la mitad de cuadra. Y se fueron. Yo esperaba que volvieran a taparla, pero no. Ahora, los autos que por ahí transitan, deben disminuir su marcha casi a 0 en mitad de cuadra, y recién después, volver a acelerar hasta la esquina.

Esa zanja, hace que se frene el natural fluir del tránsito. No se asusten, esto no es una columna de indignación ciudadana en la que le pido al jefe de gobierno que arregle el pozo que hay en la puerta de mi casa.

Traigo a cuento la historia de los obreros, la zanja y el fluir del tránsito, porque me parece una metáfora de lo que en muchos órdenes vivimos. Mucha más bronca da cuando esto se genera por la incompetencia o la desidia de alguien (en el caso de los obreros no de ellos, sino del que los manda).

Otro ejemplo son las cajas de los supermercados (en particular las cajas rápidas, que son de lo más lentas). Uno tiene que perder horas y horas haciendo colas ¡para pagar! Mientras tanto, ve que todas las cajas entre la 20 y 34 están cerradas, y claro, en la 35 la cola es un infierno. Acá se combinan la desidia del cajero o cajera (entendible, dado que hace horas está ahí atendiendo a más cantidad de gente de la que debería), y la desidia del dueño del negocio (que por no pagar algunos sueldos más, tiene una cantidad enorme de cajas ociosas). En esos casos, no queda otra que merendar en el supermercado, ir abriendo algunos paquetes como para clamar la ansiedad. Bueno sería que las cajas de supermercado tengan una regulación similar a la de los peajes: pasado un determinado tiempo te tienen que dejar pasar sin pagar. Seguro que si eso pasara, sería mucho menos el tiempo de espera que tendríamos. Una paradoja similar se ve en los lugares en donde pagar las facturas “fácilmente”.

Hay pocas cosas más complicadas que pagar ahí. Todo el tiempo, cuando tenemos un proyecto, estamos encarando un nuevo emprendimiento, y nos lanzamos a hacer algo, nos encontramos con estas “zanjas” o estas “cajas rápidas lentas” que nos frenan. Hay que a prender a ver a estos incompetentes que nos van a hacer detener, y esquivarlos.

Y digo incompetentes porque son los más difíciles, más fácil es cruzarte con un turro que te detiene, porque al turro se le puede hacer de todo, uno puede insultarlo, sacarla, denunciarlo, hasta pegarle, pero al incompetente no, y todas formas te detiene. Por eso, antes de hacer algo hay que mirar bien, en dónde pueden estar estas zanjas que nos hagan detener, y nos consuman un doble esfuerzo.

El auto trabaja mucho más frenando a 0 y volviendo a acelerar, que marchando a una velocidad constante. Nosotros también. Ahora los dejo porque tengo que ir al pagar la luz al “Pago Veloz” de acá a la vuelta, y como todo el mundo sabe, es una tarea que lleva por lo menos un par de horas. Mike Amigorena.

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