jueves, 29 de octubre de 2009

"Hago un personaje oscuro y sutil, un depravado sin ningún escrúpulo"

Mike Amigorena disfruta de la pausa que marcó el final de "Los exitosos Pells". En el sosiego de no estar sometido al vértigo de una tira diaria, rodó "Horizontal/vertical", la película que se estrena hoy en Rosario. Su personaje integra una de las partes que componen el segundo filme de Nicolás Tuozzo, donde se relata el microcosmos de un edificio a través de siete historias narradas por un elenco de más de veinte actores, entre los que se cuentan María Onetto, Rita Cortese, Darío Grandinetti, Carlos Portaluppi y el fallecido Ulises Dumont.

Mike Amigorena dijo que disfrutó rodar a las órdenes de Nicolás Tuozzo “Horizontal/vertical”.


—¿Qué te interesó de “Horizontal/vertical”?
   —Me pareció muy interesante la propuesta y los trabajos anteriores de Nicolás Tuozzo. Tuvimos mucha afinidad. Se puede trabajar muy cómodo con él porque tiene un modo muy comprensivo. Sumado a su propuesta que era una película en plano secuencia, con un elenco coral. Son varias historias que suceden en un edificio que están inconexas pero a la vez viven en el mismo universo.
   —¿Cómo es tu personaje?
  —Tuve que interpretar un personaje que es una especie de voyer violador. Tiene escenas que no se podían repetir debido a la complejidad que lleva el plano secuencia, así que me pareció un desafío muy interesante de enfrentar.
   —¿Desde dónde encaraste tu personaje?
   —La verdad que es tan oscuro como sutil. No es un personaje que se ve todo el tiempo. Aparece y desaparece. Me basé en la oscuridad de una persona que es un depravado, que no tiene escrúpulos, una especie de ladrón con guante blanco, pero que es algo mucho más perverso. No me inspiré en nadie ni en nada. La misma historia hacía que me colocara en ese lugar de la perversión y la impunidad que tiene un violador para entrar en un edificio, en un departamento y finalmente violar.
   —¿El microcosmos del edificio puede funcionar como un paneo sobre la sociedad?
   —Creo que son historias individuales que seguramente resultan identificatorias para algunos más que otros. Hay pequeñas notas de ficción, pero sin dudas es algo realista. Tiene tintes novelescos o policiales, pero la verdad que está asociado con una realidad posible.
   —¿Cuánto influyó en tu carrera la televisión?
   —Los de “Los Pells” tuvo elementos que lo hacían muy atractivo de ver. A mí no me conocía nadie. Yo tuve la posibilidad de mostrar mucho y cuando pasa eso por lo general a la gente le gusta. Puede que no ocurra. Hice otras cosas que eran innovadoras y no anduvieron. Hay cosas que andan o no. Uno le pone la mejor. “Pells” se visualizaba que iba a ser un entretenimiento a lo grande desde la idea hasta el arte y el color heterogéneo del elenco, la historia atrapante de los autores. Con algo así uno se siente muy satisfecho y muy agradecido de componer dos personajes.
   —¿El éxito te obliga a volver a la televisión con algo tan bueno como lo anterior?
   —No... Es decir, siempre te obliga, pero por un interés propio de dar lo mejor y entretener. Si explota mejor, si no, otra vez será. Ni yo ni nadie está con la obligación de hacer un éxito. Por lo menos no lo conozco. Y a mí no me gusta hacer lo mismo. Me voy a meter en otras texturas. Si pega mejor, y si no hasta la próxima.
   —¿Tuviste propuestas?
   —Sí, pero no quiero hacer televisión. Por el momento no. Hasta mediados o pasado el segundo semestre del año que viene no haría televisión. A menos que me salga algo que me seduzca. Ahora estoy volcado a los ensayos de “La noche justo antes de los bosques”, de Bernard-Marie Koltés, un unipersonal que es bastante exigido. Es un texto muy poético, muy difícil de interpretar, o sea que no tengo la cabeza para otra cosa.

Fuente: http://www.lacapital.com.ar

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