domingo, 26 de julio de 2009

Mike Amigorena : "Me gustaría formar una familia"


El actor vio el último capítulo de los Pells –la tira que lo llevó a la popularidad– junto a sus seres queridos en Maipú, Mendoza. Cómo digiere todas las conquistas que le adjudican, por qué la música es tan importante en su vida, y las ganas de ser papá.

Durante meses fue el hombre del prime time de Telefé, elevando su popularidad a niveles impensados, por lo menos para él, que no deja de destacar que todo lo referido a su fama le “llama la atención”. A diferencia de otros, él no sufre la exposición como una condena. “Dejar de ser una persona anónima no me afectó en lo más mínimo porque la paso bien. Es con respeto, no es con histeria”, dice Mike, quien, a partir de su protagónico en “Los exitosos Pells”, se ganó ser el centro de las miradas.

Desde que la tira de Telefé se posicionó en la grilla, el interés por conocer más sobre el actor, que lidera una banda musical y sale a escena maquillado y usando polleras, creció. La curiosidad se enfocó en su vida privada, sus potenciales parejas y hasta su inclinación sexual de lo que en su momento se defendió diciendo “estoy tildado de raro, pero no soy gay”.

Como la química que se dio en la ficción con Carla Peterson fue mucha, los rumores comenzaron a circular sugiriendo que la buena onda traspasaba la pantalla. Otra conquista que le atribuyeron fue la modelo Carola Kirby, con quien se lo fotografió conversando muy amistosamente en un desfile.

Pero la que más resonó como la que conquistó su corazón –y su estómago– fue la dueña del restaurante Porota, de Palermo Hollywood, al que Mike solía frecuentar en los huecos que le permitían las grabaciones. Todo esto no provocó ningún conflicto en la vida de Amigorena, que asegura que los rumores “me llaman la atención. No me molesta, siempre y cuando no se vayan al carajo. Si los fotógrafos me seguían yo no me enteré, ha sido bien discreta la cosa dentro de la revolución que se generó”.

MEJOR EN FAMILIA. Con 23,2 puntos de rating, el último capítulo de “Los Pells...” marcó su mejor promedio en siete meses y por culpa de la gripe A la tradición del canal de concluir las ficciones en un teatro para los seguidores se vio frustrada. “Te digo, prefiero esto. No sé cómo hubiese sido en un cine, pero de la manera que lo viví fue imborrable. De la otra manera también lo hubiera sido, pero terminar al lado de tu familia en Mendoza, era porque tenía que ser así, tenía que estar el virus de la gripe para que todo el mundo vaya a la casa y lo vea con sus seres queridos”, asegura Mike, quien viajó a Maipú, su lugar natal para vivir ese momento con los suyos.

–¿Ver el último capítulo con su familia fue el cierre perfecto?

–Fue muy emotivo, fue un momento muy particular que le da el broche a un gran proyecto, a un gran momento. Fue un antes y un después a nivel profesional más que nada. Después soy el mismo de siempre, no es que estoy cambiado. Son muchas cosas, entre ellas la exposición, el reconocimiento de la gente, un programa muy particular que, sin dudas, va a dejar alguna huella en la televisión y en la comedia nacional. Fue un elenco de primera y tuvo un guión muy atrapante. Se vive con mucha felicidad, con mucho orgullo y a la vez con nostalgia.

–¿Es muy familiero?

–Mmm…, no la tengo muy cerca a la familia, no sé si la palabra es “familiero”. Pero sí, calculo que me gustaría formar una. No dejaría de hacerlo, no sé cuándo, porque no me planifico, pero no dejaría de hacerlo.

–Entonces, ¿tiene muchas ganas de ser padre?

–Sííí, por supuesto.

–¿Cómo lo reciben ahora en Mendoza?

–Con mucho cariño. Hay mucho orgullo, es una cosa muy sentida lo que le pasa al mendocino y al maipucino, sabiendo que un 20 por ciento del humor iba dirigido a ellos. Mandaba mucha fruta de Maipú y no lo agarraba nadie, solamente el maipucino. La verdad que hacer eso con tu pueblo no se te da muchas veces en tu vida.

–¿Va a hacer algo en televisión este año?

–Ahora estoy con mi banda, Ambulancia, en La Trastienda y después empiezo a preparar un unipersonal. La tele queda para el año que viene, si Dios quiere, pero no tengo nada concreto. No tengo ganas de trabajar, la realidad es ésa. No tengo activado el aparato creativo, no me ocurre nada. Es el momento de descansar, de no hacer nada, que es lo que más me gusta. No tener compromisos, ir al gimnasio, hacer yoga, jugar al tenis, estar con mis amigos, comer..., vacaciones.
Al finalizar las grabaciones Amigorena se tomó unos días para viajar. El destino elegido fue Nueva York y no Europa para recorrerla con el bolso al hombro como se había dicho. “No me voy de mochilero ni en pedo. Fui a ver amigos, fui a lugares copados. No fui de turista”, cuenta. Aunque estaba en la capital de la comedia musical, el teatro no estuvo en su itinerario. Sin embargo, tuvo sus encuentros con los artistas de allá. “Lo que me pasó es que estaba en un boliche, casi llegando al Village, y salió a cantar Beyonce. Fue una gran sorpresa, muy loco”.

–¿Se vuelve cholulo con estos personajes?

–No, no, porque no es que “la tenga” a Beyonce. Pero me mueve más un músico que un actor o alguna figura.

–¿Ve su carrera más para el lado musical que actoral?

–Yo soy un entretenedor. Un artista entretenedor, puedo cantar, puedo actuar, puedo bailar y soy lo mismo. No es que soy actor. No me disgustaría hacer una carrera como músico, pero no dejaría lo otro.


Fuente: http://www.elargentino.com

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