jueves, 12 de agosto de 2010

Mike Amigorena en el Independencia: por los bosques del alma

El actor se presenta esta noche el unipersonal “La noche antes de los bosques”, de Bernard-Marie Koltés.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Oscuridad. Luz: un extranjero atormentado busca, en la noche lluviosa, tender un puente hacia ‘alguien’, acaso el hombre que dobla la esquina. ¿Para? Buscar un techo, conversar, mantenerse en contacto antes de sentir el hueso de la soledad.

“Cuando me voy de algún sitio, siempre tengo la impresión de dejar algo más parecido a mi casa que el lugar a donde voy a llegar; y cuando de nuevo te empujen a patadas en el culo, allá donde vayas, serás todavía más extranjero y así sin interrupción: sos cada vez más extranjero, estás cada vez menos en tu casa y, cuando te das vuelta, siempre, siempre es el desierto”, dice el extranjero, único personaje de “La noche antes de los bosques” (1977), obra de Bernard-Marie Koltès, el último bello maldito francés.

Curioso, pues, escuchar esas palabras en la voz de Mike Amigorena, que vuelve a su ciudad en la piel de un viajero atormentado. Puro antídoto poético de un Koltès ya capaz de conjurar la incomunicación de los hombres. Pues como todo gran artista, el dramaturgo logra aquí un tour de force, una lectura, cruda y simbólica a la vez, de su contexto.

“Una obra perfecta, que atrapa.… no podría ser interpretada por ningún otro actor que no sea Amigorena”, viene comentando la crítica porteña.

Sigamos. El extranjero tratará de mantener -como sea- la atención de ese ‘hermano’ tácito , mientras despliega una ilación compulsiva de memorias, confesiones, anécdotas propias y ajenas que siempre parecen llegar a un eslabón común: “Uno no puede quedarse, sin moverse, en plena mitad de un puente”.

“La noche...” se constituye como un monodiálogo. O sea: un diálogo en el que sólo se registran las intervenciones de un interlocutor, hay otro que escucha, avala o discrepa, pero está en una zona opaca, silenciado.

La poética se concentra en el decir de un sólo personaje que evoca, desde la suya, otras voces.¿Soliloquio? Pues la articulación rítmica juega en esos límites. Y hay, claro, una música del habla, de la conversación, y del balbuceo. La música de la respiración, de los titubeos del yo.

Puentes interiores

La puesta que llega a nuestra sala mayor está bajo la dirección de Alejandra Ciurlanti –quien se aventuró ya con los guiones de “Los padres terribles” de Jean Cocteau y “Casa de muñecas” de Ibsen en el San Martín, además de dirigir tiras televisivas como Los machos y El tiempo no para–, una mirada que viene del psicoanálisis y del teatro de vuelo lírico.

Lo cierto es que Mike Amigorena parece tener la versatilidad necesaria para sostener un guión que implica danza, destreza física y polifonía, potenciando al máximo las inflexiones del actor de Los exitosos Pells.

Ya lo ha dicho a Estilo: “esta obra es un crack verdadero. Me ha transformado por completo”.
Y sí, el mendocino está interpretando nada menos que al dramaturgo francés más representado en el mundo. Y justo en la obra con la que Koltès ingresó al canon del teatro universal. Difícil pedir más. Mariana Guzzante - mguzzante@losandes.com.ar

Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2010/8/11/mike-amigorena-independencia-bosques-alma-507637.asp


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